viernes, 25 de abril de 2014

Hace cuarenta años...






... a las 00:20 horas, Radio Renascença emitía una canción de Zeca Afonso. Era la segunda consigna para dar comienzo a una pacífica revolución que pondría fin a una dictadura de casi cincuenta años.





Grândola, vila morena
Terra da fraternidade
O povo é quem mais ordena
Dentro de ti, ó cidade
Dentro de ti, ó cidade
O povo é quem mais ordena
Terra da fraternidade
Grândola, vila morena
Em cada esquina um amigo
Em cada rosto igualdade
Grândola, vila morena
Terra da fraternidade
Terra da fraternidade
Grândola, vila morena
Em cada rosto igualdade
O povo é quem mais ordena
À sombra duma azinheira
Que já não sabia a idade
Jurei ter por companheira
Grândola a tua vontade
Grândola a tua vontade
Jurei ter por companheira
À sombra duma azinheira
Que já não sabia a idade







Son varios los historiadores que afirman que la Historia de la historia, para ser narrada con la debida, merecida y supuesta objetividad, necesita del paso de un tiempo y que,  quizá, cuarenta años no es tiempo suficiente... 

...por esa razón, si unos basan su interpretación sobre la historia del 25 de Abril de 1974 en la convicción de que los capitanes que la hicieron, quisieron, sobre todo, huir del horror y de la muerte de la Guerra Colonial y que su movimiento y organización fue interna y/o externamente aprovechado por todas las fuerzas políticas anti-salazaristas y anti-caetanistas, otros creen, en cambio, que el movimiento de los capitanes del 25 de abril de 1974 tuvo como único fundamento el deseo por parte de estos de devolver la libertad a un Pueblo oprimido y explotado por un régimen dictatorial que no solo no le representaba sino que le castigaba y reprimía si osaba hablar y tener un pensamiento distinto al impuesto por aquel régimen.

Sea como sea, la Historia que de la historia del 25 de abril de 1974 se adopte, una de las mas arriba señaladas o cualquier otra, lo cierto es que el 25 de abril de 1974 devolvió y dio al Pueblo Portugués uno de los derechos fundamentales de todo ser humano, la libertad, la libertad entendida, en todas sus facetas y reflejada en los derechos humanos, como el ejercicio de la ciudadanía, máxime cuando nuestra libertad comienza cuando termina la del otro. 

Creemos que esto es lo más importante que del recuerdo de la memoria del 25 de abril de 1974 tiene que ser rememorado en cada año que se celebre, sobre todo en los cuarenta años que ahora festejamos, en los años futuros que vendrán y en especial en los tiempos de crisis en que el egocentrismo y la falta de solidaridad hacia el prójimo pueden hacer olvidar la libertad y en definitiva, los derechos humanos.

  


FUENTE:
Transcripción de conversaciones  mantenidas con Mandos militares que participaron y/o vivieron el 25 de abril de 1974.

martes, 15 de abril de 2014

El azulejo. Tapices cerámicos de Portugal


Los azulejos encargados por D. Teodósio I, V duque de Bragança

Desde el siglo XVI hasta hoy, el arte de revestir los espacios arquitectónicos con azulejos se desarrolló de manera original en Portugal, alcanzando el estatus de Arte, y constituyendo una de las más originales contribuciones de los portugueses a la Cultura Universal.

A lo largo de la historia portuguesa, el azulejo fue el soporte donde quedaron registrados los diferentes imaginarios del país, desde los provenientes de culturas remotas con las que contactaron a lo largo de sus viajes marítimos en la época de los descubrimientos, hasta los diferentes estilos internacionales por los que se vieron influenciados.

La Real Fábrica de Tapices de Madrid ofreció en el año 2007 la exposición titulada Tapices cerámicos de Portugal. El azulejo del siglo XVI al siglo XX, integrada en la V Mostra Portuguesa, donde se hizo un recorrido por cinco siglos de historia de una de las expresiones más importantes de la cultura artística portuguesa. La muestra estuvo compuesta por 48 piezas que explicaban la evolución de técnicas, aplicaciones decorativas, arquitectónicas, los cambios de temas y de discursos en los azulejos a través del tiempo.

El comisario de la exposición Paulo Henriques, quien estuvo acompañado por el Consejero de Cultura de la Embajada de Portugal, Joao de Melo, y por la directora de la Real Fábrica de Tapices, María Dolores Asensi, afirmó que el arte en los azulejos daba tanta libertad a los artistas que allí fue donde mejor se plasmó el imaginario portugués.



El recorrido empezaba en el siglo XVI, cuando Portugal importaba azulejos del sur de España (Sevilla) a petición de catedrales (como la de Coimbra) y de nobles (como los Duques de Braganza) que recibían esas piezas influenciadas por la presencia árabe en la Península Ibérica.

A finales del siglo XVI e inicios del XVII, con producción ya en Lisboa, las iglesias se cubrieron de azulejos de repetición de color liso que, al alternarse, creaban mallas decorativas en las paredes.






Una de las estéticas más conocidas de los azulejos de Portugal afloró en el siglo XVIII, son aquellos pintados en azul cobalto sobre fondo blanco, una influencia de los holandeses que llegaron al país entre 1670 y 1715.


Iglesia de Santa Cruz. Coimbra. Foto: elguisanteverdeproject. 

Sin embargo, el cambio del gusto artístico de los artesanos con el tiempo, notable sobre todo en las molduras, agregó a las piezas también una función narrativa, además de influencias del Rococó, del Neoclásico y nuevos mercados, como Brasil.


Fuente: Universidad de Sevilla.
Con el protagonismo otorgado a los azulejos de repetición de los siglos XVI y XVII, se pretendía identificar la filiación textil de estas producciones cerámicas, del mismo modo que al mirar los azulejos del siglo XVIII se trataba de evidenciar una función suntuaria y figurativa del azulejo, que asumió con frecuencia los esquemas de composición de las tapicerías y que en Portugal sirvieron en ocasiones como elemento sustitutivo del propio tapiz.


Frontal de altar. Lisboa, siglo XVII.

Ya en el siglo XIX los azulejos ganaron las fachadas de los edificios, asumieron la identidad urbana con técnicas semi-industriales e industriales, sin embargo, seguían el objetivo de transmitir ideas, como la creencia en el progreso, según explicó el comisario de la exposición.


Fachada en el Chiado.

La influencia modernista llegó con el siglo XX; de ahí los azulejos pasaron a retratar una Lisboa actual, como la de Paolo Ferreira, producida para la Exposición Internacional de París de 1937, la misma que albergó el Guernica de Picasso.



Paolo Ferreira (1911-1999).
La muestra concluía con la importancia que estos tapices cerámicos mantienen en el panorama actual, estimulada por los artistas plásticos de hoy.

António Dacosta. Estación de metro de Cais do Sodre. Lisboa.
Foto: Fernando Correia de Oliveira.


Fernando Pessoa, por Almada Negreiros. Foto: Museo del Azulejo.







FUENTES.
Real Fábrica de Tapices de Madrid
Museo Nacional do Azulejo de Portugal
V Mostra Portuguesa















martes, 8 de abril de 2014

Pedro Teixeira




Teixeira y su conocido plano de Madrid quizás sea el responsable de alguno de nuestros gustos y aficiones más peculiares pero sin duda alguna fue el inspirador y la génesis de los contenidos y objetivos de este blog.  

El cartógrafo y cosmógrafo portugués Pedro Teixeira Albernaz nació en Lisboa en 1595 en el seno de una familia de altos funcionarios y cartógrafos. Pedro era nieto de João Teixeira, Canciller Mayor del Reino de Portugal, e hijo de Luis Teixeira, Cosmógrafo Mayor del reino luso

De formación científica y militar, su intensa vida entre Portugal y España estuvo siempre cuajada de aventuras hasta que, a partir de 1619, su espíritu inquieto le llevó definitivamente a Madrid donde fue nombrado por Felipe IV Cosmógrafo Real en 1622 y posteriormente caballero de la Orden de Cristo. Comenzó entonces a trabajar en cartas marítimas y en levantamientos topográficos bajo la tutela de su antiguo maestro João Baptista Lavanha, cosmógrafo, profesor de matemáticas del rey D. Sebastián en Lisboa y posteriormente de Felipe III y Felipe IV en la Academia Real Mathemática de Madrid

Entre sus obras cartográficas más importantes destacamos:


-   Cartografía de los descubrimientos realizados en los estrechos de Magalhães y de San Vicente, realizada entre 1618 y 1619 junto a su hermano João, por mandato del Consejo de Indias y la Junta de Guerra.
-   Descripción del Reyno de Portugal y de los Reynos de Castilla que parten por su frontera, realizada entre 1620 y 1630 como cosmógrafo militar bajo la dirección de João Baptista Lavanha.
-   Descripción de España y de las costas y puertos de sus reynos. Al muy católico y muy poderoso rey don Filipe IIII, Nuestro Señor (1634)
-   Topographia de la Villa de Madrid, grabada en Amsterdam e impresa en Amberes en 1656, seis años antes de morir.





Descripción del Reyno de Portugal y de los Reynos de Castilla, de 
Pedro Teixeira, impreso en Madrid en 1662 (1:660 000).
Fuente: Centro virtual Camões


La Descripción del Reyno de Portugal y de los Reynos de Castilla que parten por su fronteras supuso un prólogo y una pausa en el encargo que le encomendó Felipe IV de describir las costas y puertos del reino. Sólo añadiremos que la precisión de este mapa es de tal magnitud que soporta con un pequeño margen de error la comparación con una cartografía actual realizada casi cuatro siglos después con las técnicas más avanzadas del  S.I.G.


Comparación de la configuración de Portugal según
el mapa de Pedro Teixeira, en rojo,con un mapa
actual. Fuente: Centro virtual Camões




La Descripción de España y de las costas y puertos de sus reynos. Al muy católico y muy poderoso rey don Filipe IIII, Nuestro Señor (1634) consta de un manuscrito y un atlas y constituye el proyecto cartográfico más importante del siglo XVII. Fue un encargo de Felipe IV a Teixeira con fines de defensa militar al tener experiencia bélica, ya que colaboró con la Armada e incluso recibió patente de corso. Está realizado en vitela e iluminado al temple, durante tres años, con vivos colores, tras ocho de trabajos de campo. Es como un viaje virtual por el perímetro costero a vista de pájaro, frontalmente, comenzando desde la desembocadura del Bidasoa hasta el Cabo de Creus, pasando por Portugal, tal como lo vio en la desaparecida colección de mapas de la Torre Dorada del Alcázar el Rey Planeta.


Ría de Pontevedra. Fuente: Os mapas da costa
  galega de PedroTeixeira.1634.
La Descripción del atlas no se imprimió al ser realizado con fines defensivos y permaneció inédita hasta que la reprodujo A. Blázquez en un artículo publicado en el Boletín de la Real Sociedad Geográfica de 1910. El original completo fue descubierto el año 2000 en la Biblioteca Nacional de Viena y publicado recientemente.


Ría da Coruña. Fuente: Os mapas da costa galega
de Pedro Teixeira.1634.





La Topographia de la Villa de Madrid  hace parte de nuestro imaginario juvenil. Cuando estudiábamos los primeros años de carrera, las paredes de nuestra habitación no estaban forradas por los ídolos musicales o deportivos del momento sino por una colección de planos históricos de Madrid. Eran reproducciones adquiridas por poco dinero en la Feria del libro antiguo y de ocasión de Madrid que luego nos ocupábamos de envejecer. 



El Teixeira ocupaba un lugar privilegiado frente a la cama de manera que era la primera y la última visión que teníamos al comenzar y al terminar el día. Este plano, que crea adicción, proporcionaba la ilusión de poder sobrevolar un Madrid prácticamente desaparecido y coincidente con el distrito centro, el nuestro, poder pasear por las calles y plazuelas del Madrid barroco de Gómez de Mora, el que fue escenario del siglo de Oro. Después de él vendrían muchos más planos y proyectos, el gusto por el detalle y el amor por Madrid, esta vez salidas de nuestra mano. 



El Teixeira es el segundo plano más antiguo de Madrid y se puede considerar el más importante de los realizados por el detallismo con que representa, en perspectiva caballera de Sur a Norte a escala aproximada de 1:1.840, las calles y casas de Madrid, incluyendo detalles como fachadas y cubiertas. Está  realizado en veinte planchas de cobre, de 57 x 45 cm cada una, midiendo el total del conjunto 2,85 x 1,80 m.




Teixeira representó en su plano 14 parroquias y 4 anejos, 57 conventos de religiosos y de religiosas, 18 hospitales y colegios religiosos, 10 ermitas y humilladeros. Describió al detalle el Real Alcázar y sus jardines, el palacio del Retiro y sus jardines, nombres particulares de la Villa y sus fuentes ambientados con todo tipo de personajes, la casa de Campo y los molinos, huertas, sembrados, arroyos, lavaderos y pozos de nieve que había en los alrededores de la villa y corte.



Ramón de Mesonero Romanos lo describe así en El Antiguo Madrid:
La minuciosi­dad y exactitud del dibujo son tales que dejan poco que desear, no solo en cuanto a la demostración del giro y disposición de las calles, sino en el alzado de las facha­das y topografía interior de los edificios, pudiendo juzgar de la conciencia con que fue hecho aquel precioso traba­jo por los varios públicos y particulares que aún se con­servan en el mismo estado en que los representa el plano, con la misma repartición de su planta, con el propio número de pisos, puertas y ventanas, y la misma forma general de su ornato arquitectónico.

Este plano sirvió de modelo para otros posteriores como la Planimetría General de Madrid. Igualmente, fue empleado por Juan de Dios Hernández y Jesús Rey Francisco para la construcción de su maqueta, así como la decimonónica de León Gil de Palacio.




El Teixeira es un documento extraordinario de información histórica de Madrid, una herramienta de investigación madrileña con plena vigencia. Pero más allá de su firmitas y de su utilitas innegables, lo que le diferencia de todos los demás es su venustas porque supone un viaje en el tiempo plasmado en imágenes congeladas en 1656 y bellamente dibujadas por quien sólo podía hacerlo, un cartógrafo y matemático portugués, un aventurero con patente de corso y espía al servicio de Su Católica Majestad Felipe IV. Todo un personaje ibérico que supo como engancharnos.






BIBLIOGRAFÍA

El Atlas del Rey Planeta. La “Descripción de España y de las costas y puertos de sus reinos”, de Pedro Teixeira (1634). Felipe Pereda y Fernando Marías. Ed. Nerea. Hondarribia, 2002.

El Plano de Texeira. Mª Isabel Gea Ortigas. Ediciones La Librería. Madrid, 2008.

martes, 1 de abril de 2014

Antonio Ferro


Antonio Ferro (1895-1957) fue periodista, escritor, cronista y político de fuerte personalidad y trayectoria intelectual muy singular. Con sólo veinte años fue el editor de la revista Orpheu, fundada por Fernando Pessoa y Almada Negreiros entre otros, siendo uno de los más elocuentes portavoces de los movimientos de vanguardia al tiempo que defensor del nacionalismo y de la intervención del Estado en la cultura. Abandonó el derecho por el periodismo colaborando desde 1919 en O Jornal, O Século, Diário de Lisboa y Diário de Notícias y dirigiendo en 1921 la revista Ilustração Portuguesa, donde queda patente su carácter nacionalista. 

En 1924 pasa al ámbito internacional al hacer sonadas entrevistas a dictadores, militares e intelectuales nacionalistas europeos para O Século y el Diário de Notícias, entre ellos a MussolinniClémenceau, Maurras, Alfonso XIII, Miguel Primo de Rivera, Poincaré, el general Pétain, Gabriel d’AnnuncioPío XI, que fueron recogidas en su libro Viagem à volta das Ditaduras.




Su obra política se vería ampliada con Prefácio à República Espanhola (1933), en la que pretende hacer una radiografía de la vida pública española mediante la descripción de algunos de sus ilustres personajes, como Marcelino Domingo, José Ortega y Gasset, Indalecio PrietoMiguel de Unamuno. Entonces Ferro ya se sentía identificado con el proyecto salazarista y publica las célebres cinco entrevistas a Salazar en el Diário de Notícias recogidas en Oliveira Salazar. O Homem e a sua obra (1933).



Salazar quedó rendido a su talento y le encargó al año siguiente la creación del Secretariado de Propaganda Nacional. Desde ese cargo intentó crear una política de espíritu que buscaba, por un lado, recuperar las raíces del folclore portugués y, por otro, hacer de algún modo pedagogía del arte moderno, poniendo en práctica su proyecto intervencionista en el arte y la cultura portuguesas. En 1935 crea el Cinema Popular Ambulante y, poco después, el Teatro do Povo.
Su labor fue vista como sospechosa por los intelectuales portugueses de la oposición y con desconfianza por una derecha que temía su osadía. A partir de 1945 su departamento pasó a denominarse Secretariado Nacional de Información y en 1950 abandonó su cargo por el de ministro plenipotenciario en Berna y el de embajador en el Quirinal en 1955. Estuvo casado con la poetisa Fernanda de Castro y fue el padre del escritor Antonio Quadros (al que debemos grandes momentos de lectura sobre la historia de Portugal con su iniciático Portugal: Razón y misterio).




Su relación con la capital de España fue intensa, como hemos visto, pero queremos destacar dos episodios de Antonio Ferro ocurridos entre nosotros relacionados con dos grandes intelectuales y conocedores de la cultura portuguesa: Unamuno y Ramón Gómez de la Serna.

-   En 1930 Unamuno concede en Salamanca una entrevista a Antonio Ferro que es publicada en el Diário de Notícias. Unamuno se muestra en ella contrario a la fragmentación de la península ibérica y propone a los escritores gallegos, catalanes y vascos que escriban en castellano, para poder llegar a un público más amplio. Esta opinión provocó la reacción de Pessoa ampliando el foco de atención no sólo a la realidad ibérica, sino al contexto internacional, respondiendo a Unamuno con estas duras palabras:


El problema de la lengua no importa, porque si a un catalán le gusta escribir en castellano lo hará entonces como lo hace ahora, del mismo modo que un catalán puede escribir en francés y tener un público más amplio. Unamuno ha propuesto: ¿por qué no escribir en castellano? Si se trata de eso, prefiero escribir en inglés, que me proporcionará un público más amplio que el castellano (...) El argumento de Unamuno es, en realidad para escribir en inglés, ya que esa es la lengua más difundida en el mundo. Si me abstuviese de escribir en portugués porque mi público es, en consecuencia, limitado, también puedo escribir en la lengua más difundida de todas. ¿Por qué habría de escribir en castellano? ¿Para que pueda entenderme Unamuno? Es pedir demasiado por tan poco.


Unamuno, el general Sanjurjo, su esposa y Fernández Flores en Estoril.
Foto: ABC  
Hay que apuntar que este desencuentro estuvo precedido por un primer incidente entre ellos cuando, en 1915, Pessoa envió a Unamuno una carta acompañando el envío de la recién salida revista Orpheu en la que afirmaba:


(...) estamos seguros de que en ella (la revista) tendrá la sorpresa de encontrar algo con lo que no se habrá topado en su recorrido a través de las literaturas conocidas. Como somos absolutamente conscientes de nuestra originalidad y de nuestra elevación, no tenemos ningún escrúpulo en decirlo.


Y que obtuvo de Unamuno un simple y cortés agradecimiento por escrito, como era su costumbre en aquellos envíos que no despertaban especialmente su interés.

-   Si hubo un autor portugués entre los amigos de Ramón Gómez de la Serna que merece una atención especial por la intensidad de su relación fue, sin duda, António Ferro. Él es el más citado en los textos de Ramón sobre Portugal y con el que abordó un mayor número de proyectos en común, además de ser, en palabras de José Osório de Oliveira, tal vez el único que sufrió la influencia de la prosa y del espíritu de Ramón. Ferro, aparece en Pombo calificado como gran poeta y en La sagrada cripta de Pombo, donde se reproduce una fotografía suya tomada en el café Martinho, también aparece una referencia al gran António Ferro, lo cual parece subrayar la importancia de la amistad y la admiración demostrada por Ramón hacia el escritor portugués.

Pero la admiración fue mutua como parecen demostrar las ocasiones en que ambos colaboraron en proyectos comunes y la más que posible presencia de la greguería ramoniana en el universo de lecturas del António Ferro autor de libros como Leviana o Teoria da indiferençadonde aparecen colecciones de aforismos que se sitúan muy cerca del espíritu de la greguería. 


En 1924, Ferro afirma en una entrevista a Ramón que cuando en España todavía no sabían bien su nombre [hace referencia a 1915], nosotros ya lo escribíamos correctamente, con todas las letras. La admiración mutua queda bien de manifiesto en las colaboraciones ofrecidas por los dos autores. Así, Gómez de la Serna prefacia la edición definitiva de la novela en fragmentos Leviana (1929), mientras que Ferro escribe unas esclarecedoras páginas que anteceden a la traducción de la novela breve de Ramón La roja (A Ruiva), que ve la luz en Portugal en 1923, donde afirma lo siguiente:

Ramón Gómez de la Serna, acróbata de frases y de ideias, es el gran escritor de la España moderna. Su obra es fuerte, su obra que es un circo de payasos y de juglares, es el triunfo ruidoso y definitivo de la nueva literatura española.
Ramón, artista niño, que todavía no se cansó de poner juguetes en el árbol de navidad de su Arte es uno de los escritores más originales del momento, de los más imprevistos y de los más raros. (…) Ramón Gómez de la Serna que nunca fue un discípulo es hoy un maestro. España, que llevó mucho tiempo en tomarlo en serio, tiene hoy por él el respeto y la ternura que todos los innovadores deben merecer. Es necesario que Portugal también le conozca.





Ramón Gómez de la Serna en "El Ventanal", su estudio de Estoril.


Exterior del estudio de Ramón en Estoril.



AGRADECIMIENTO:
Hipólito de la Torre, catedrático de Historia Contemporánea y buen amigo, quien nos proporcionó este complejo y olvidado personaje.

BIBLIOGRAFÍA:
- Iberia. Introducción a un imperialismo futuro. Fernando Pessoa. Pre-textos. Colección Textos y Pretextos. Valencia, 2013.
- Ramón Gómez De La Serna, António Ferro y la greguería. Antonio Sáez Delgado. Universidade de Évora.
- Tudo pela Nação, nada contra a Nação. Salazar, la creación del secretariado de Propaganda Nacional y la censura. Alberto Pena Rodriguez. Universidad de Vigo.
- Inconformista.info