martes, 25 de noviembre de 2014

Jerónimo de Mascarenhas

Jerónimo de Mascarenhas.Grabado calcográfico
al buril por Pedro de Villafranca Malagón. 
Madrid, 1649 (27,5x18,6 cm).
Col. particular (Barcelona).

Durante este mes de noviembre, la península ibérica ha perdido dos importantes personajes netamente orteguianos ya que la vida de ambos obedeció a la auténtica concepción de la aristocracia definida por el autor de La rebelión de las masas.

Por un lado, a Dª. María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, XVIII duquesa de Alba de Tormes, de quien ya se ha dicho todo o casi todo y, del otro lado de la raya, a D. Fernando José Fernandes Costa Mascarenhas, XI marqués de Fronteira.

De Doña Cayetana solo recordaremos su parte de ascendencia portuguesa ya que su apellido materno Silva desciende directamente de Ruy Gomes da Silva, príncipe de Éboli. 

De D. Fernando Mascarenhas, mecenas de la cultura y las artes a través de su Fundação das Casas de Fronteira e Alorna, es obligado recordar que deja un legado histórico-artístico ejemplarmente conservado y que descendía de un noble linaje al que también perteneció Doña Leonor de Mascarenhas, aya de Felipe II.


Estanque del palacio Fronteira. Santo Domingos de Bemfica. Lisboa.

Pero queremos fijarnos en un ilustre y curioso antepasado de D. Fernando cuya vida estuvo muy relacionada con la corte madrileña de Felipe IV: Jerónimo de Mascarenhas.

Jerónimo de Mascarenhas (Lisboa, 1611 - Segovia, 1672), eclesiástico y escritor portugués, fue el sexto hijo de Jorge de Mascarenhas, marqués de Montalvão y primer virrey del Brasil, y de Francisca de Vilhena. Se doctoró en teología por la universidad de Coímbra.


Era canónigo de la catedral de esta ciudad cuando el 1 de octubre de 1640 se produjeron en Portugal las revueltas con las que comenzó el proceso de su independencia de España. Jerónimo de Mascareñas, como muchos otros nobles portugueses, tomó el partido hispanófilo contrario a su país, al no reconocer al nuevo Rey D. João IV. Por ese motivo tuvo que exiliarse en Madrid donde fue muy bien recibido y ampliamente recompensado por su posición política con una completa carrera eclesiástica y cortesana.

Fue nombrado caballero, definidor general de la orden de Calatrava, sumiller de cortina de Felipe IV (
eclesiástico destinado en palacio para asistir a los reyes cuando iban a la capilla, correr la cortina del camón o tribuna, y bendecir la mesa real en ausencia del capellán y del procapellán mayor de palacio), miembro del Consejo de Órdenes y del Consejo de Portugal

Al ser propuesto para obispo de Leiria y gran prior de Guimarães no pudo tomar posesión de ninguno de estos cargos ni disfrutar de sus rentas por la tensa situación política existente entre ambos países.

Después de las capitulaciones matrimoniales de Felipe IV con su sobrina doña Mariana de Austria en abril de 1647, Jerónimo de Mascarenhas fue nombrado capellán mayor y limosnero mayor de la casa de la futura reina, y en calidad de tal formó parte de la numerosa delegación que salió de Madrid en noviembre de 1648 para recoger a la novia en Viena y traerla a Madrid en octubre de 1649.




Más adelante ejerció también como tutor del futuro Carlos II y después de la muerte de Felipe IV, doña Mariana le recompensó presentándolo en diciembre de 1667 para el obispado de Segovia, siendo nombrado obispo por Clemente IX en abril de 1668. Murió en esa ciudad el Jueves Santo de 1672, en cuya catedral está enterrado. Hay que señalar que en la colección de retratos de obispos de Segovia no figura el suyo.

Dejó escritas varias obras, casi todas en castellano, la mayor parte de las cuales permanecen inéditas, llegando a publicar en portugués un breve opúsculo de época juvenil fechado en Lisboa en 1640.

Los escritos que pudo ver impresos son siete y se editaron en Madrid entre 1650 y 1665. Dos de ellos son relaciones de viajes o de campañas militares, otros tres son estudios históricos o jurídicos relacionados con la orden de Calatrava y los otros dos son hagiografías.

Esta discreta producción editorial no debe empañar su enorme tarea de escritor con trabajos en los campos de la crónica, las relaciones, la genealogía y la biografía.

Una parte de estos títulos se conservan en forma manuscrita en la Biblioteca Nacional de Madrid, procedentes de la Biblioteca del Duque de Uceda, la cual fue confiscada a su propietario por Felipe V en 1717. 

Algunos de estos trabajos han sido publicados en época moderna, pero el grueso de los mismos permanece inédito. El fondo Mascarenhas de la Biblioteca Nacional comprende además un conjunto de manuscritos recopilatorios o de varios, compuesta por 51 gruesos volúmenes que configuran una monumental y enciclopédica recopilación de sucesos varios desde el año 1000 hasta el de 1669.

La personalidad de Mascarenhas se nos presenta como la de un gran bibliófilo o incluso como la de un esforzado grafómano que cultivó
 unos temas y unas curiosidades muy propias de su tiempo pero que hoy nos resultan muy poco atractivos, por lo que su figura como erudito e historiador aún espera un estudio detallado de su compleja producción literaria e intelectual.






BIBLIOGRAFÍA


Jerónimo de Mascarenhas retratado por Pedro de Villafranca. Bonaventura Bassegoda i Hugas. Universitat Autònoma de Barcelona. Departament d’Art, 1996. 08193 Bellaterra (Barcelona).


Recuerdos portugueses en Madrid. José María Sanz García. Instituto de Estudios Madrileños. 1992.

martes, 18 de noviembre de 2014

Pessoa en Luchana 12



La arquitectura modernista madrileña tiene un ejemplo muy singular en el edificio de esquina entre las calles Luchana 12 y Eguilaz 13 del barrio de Trafalgar, distrito de Chamberí. 

Es un bello edificio en proa de vivienda colectiva para Dª Pilar Polero García construido de 1907 a 1908 y diseñado por Ricardo Marcos Bauzá, autor también de dos de las más pintorescas villas aún existentes en Arturo Soria, como Villa Rosa (antigua villa de Zacarí­as Homs, hoy Junta Municipal del distrito de Hortaleza), construidas por la Compañía Madrileña de Urbanización en 1910 y 1894 respectivamente.

Foto: Fundación Arquitectura COAM

Foto: Patón y Tellería

Pero volvamos a Luchana 12. Entre 1914 y 1915 el edificio sufrió una primera ampliación diseñada por Vicente García Cabrera que ocupó el jardín lateral que daba a la calle Eguilaz.



El mismo arquitecto hizo una segunda ampliación entre 1917 y 1918, esta vez en altura, pasando de tener sólo planta baja más dos alturas, a tres alturas. 



La decoración modernista no sólo se circunscribe a las fachadas y los detalles vegetales de rejerías y carpinterías,





sino que se extiende por la caja de escalera hacia el interior de las viviendas con un concepto casi piranesiano del espacio.





A estas alturas muchos lectores, si alguno ha tenido la paciencia de llegar hasta aquí, se preguntarán por qué traemos este edificio a nuestras páginas. La respuesta la tiene una fotografía enviada por un buen amigo y gran conocedor de la arquitectura madrileña en general y de la modernista en particular.


Es una fotografía tomada en la década de los ochenta donde se demuestra con claridad cómo el gran poeta luso tuvo una cervecería dedicada a él en los locales de este bello edificio madrileño: la cervecería pessoa.

Este pequeño homenaje en honor a Fernando Pessoa no estaba nada mal, teniendo en cuenta la afición del poeta por la bebida y considerando que en una buena cervecería madrileña se tiran las mejores cañas del mundo.

"Fernando Pessoa em flagrante delitro". 
Dedicatoria del poeta a Ophelia Queiroz.
 
Ignoramos más datos sobre el curioso local. Rebuscando en los cajones de la memoria podríamos encontrar algún lejano recuerdo de él al haber pasado tantas veces por esa calle o camino de los populares cines Luchana o Palafox durante nuestra juventud. 

El edificio fue rehabilitado recientemente y hoy ofrece una imagen completamente renovada y fresca. Se ha incorporado una balaustrada en su coronación, seguramente perdida en alguna reforma anterior poco afortunada.


 

... y la cervecería pessoa hace tiempo que pasó a llamarse de otra manera menos literaria y evocadora.


Fotos: 
Ayuntamiento de Madrid
Fundación Arquitectura COAM
Google Maps


Agradecimiento:
A Javier Romeu, por su sabiduría, su amor por la arquitectura y sus grandes dotes de observación.

martes, 11 de noviembre de 2014

Rodrigo Mendes Silva



Rodrigo Mendes Silva (Celorico da Beira, 1607 - Venecia, 1670), historiador, genealogista, geógrafo y escritor portugués de expresión bilingüe portuguesa-castellana fue hijo de Henrique Mendes Silva y de Ana Guterres. Aprendió a leer y a escribir en romance, sin saber latín, griego ni hebreo. Hacia 1625, con diecisiete años, se casó en Celorico da Beira con una pariente lejana suya, Clara Gómez Feijo, para lo cual tuvo que pedir licencia al papa. 


En 1635 fue llamado por dos secretarios del Consejo de Portugal para trabajar en la Corte de Madrid, donde estuvo con su mujer entre 1635 y 1659, llegando a ser Cronista General de España y ministro del supremo Consejo de Castilla bajo el reinado de Felipe IV y la protección de Manuel Cortizos Villasante. 

Tuvo que abandonar sus cargos y todo lo que tenía, incluida una biblioteca valorada en 20.000 ducados, por resultar sospechoso a la Inquisición por judaizante, teniendo que emigrar a Italia donde finalmente moriría en Venecia. 



Su obra publicada en Madrid es amplísima, destacándose el Catálogo real genealógico de España, ediciones de 1637, 1639 y 1675; Población general de España, 1645; Engaños y desengaños del mundo, 1655; Parangón de los Cromueles de Inglaterra, 1657; Memorial de la antigua, y noble familia de los Gonzalez de Sepulveda, 1655; Ascendencia ilustre, gloriosos hechos y posteridad noble del famoso Nuño Alfonso, alcaide de la imperial ciudad de Toledo, 1648; Admirable vida, y heroycas virtudes de la esclarecida emperatriz María, 1655; Vida y hechos heroicos del gran Condestable de Portugal D. Nuno Alvarez Pereyra, 1640; Memorial de las casas del Villar Don Pardo, y Cañete, 1646; Compendio de las mas señaladas hazañas que obro el Capitan Alonso de Céspedes, 1647; Breve, curiosa, y aiustada noticia, de los ayos, y maestros, que hasta oy han tenido los Principes, Infantes, y otras personas reales de Castilla, 1654 y Le saete di Gionata scagliate a favor degli ebrei, publicada en Venecia en 1703.



Pero Rodrigo Mendes Silva nos interesa fundamentalmente por figurar entre quienes se empeñaron en darle a Madrid una antigüedad fabulosa y así en 1637, con treinta años de edad, publicó el Diálogo compendioso de la antigüedad y cosas memorables de la Noble y Coronada Villa de Madrid, y recibimiento que en ella hizo su Mageçtad Católica con la grandeza de su Corte a la Princesa de Cariñá, clarísima consorte del Serenísimo Príncipe Tomás, con sus Genealogías. 

Vale la pena transcribir algunos fragmentos del Diálogo en el Prado entre dos amigos, donde da datos de cuántos años hace de la fundación de la Villa, por quién, cómo y la razón de su nombre:
Es pues de saber, que esta muy antigua Villa de Madrid (...) fue fundada de este modo. (...). La fama de esta población, junto con la noticia que tenían de su fertilidad y riquezas, truxo a ella diferentes naciones, entre los cuales fue el príncipe Oçno Beanor, hijo del rey Tiberino de la Toscana, que hoy es Florencia, el que dio nombre al rio Tiber y de la reyna Manthu su mujer, que viendo tan acomodado el sitio pobló esta Villa llamándola Mantua, en memoria de su madre, dándole por armas un dragón, o sierpe, que era insignia de los griegos, de quien el descendía y assi esta Villa es mas antigua que Roma 127 años, porque fue fundada por los de la creación del mundo 3.081 y después del diluvio universal 1.425 y antes del nacimiento de Cristo 879 y Roma fue fundada año de 752 antes del nacimiento de Cristo que son los 127 años de una fundación a otra, que tengo dicho (...).
A continuación explicaba el escudo y armas de la Villa, con argumentos que hoy se tomarían por temerarios. Volvió en la Población General de España sobre el tema de la fundación de Madrid que Jerónimo de la Quintana remontó 878 años antes de Cristo y que a Rodrigo Mendes Silva le parecieron pocos, dando la fecha de 1.154. 

En 1656, el cartógrafo Pedro Teixeira rotuló en su famosa Topographia de la Villa de Madrid la leyenda MANTUA CARPETANORUM SIVE MATRITUM URBS REGIA, haciendo alusión al origen remoto de la Mantua de los Carpetanos, hecho tomado casi como dogma histórico de la época y mantenido hasta la llegada de la crítica racionalista del siglo XVIII.




BIBLIOGRAFÍA

Recuerdos portugueses en Madrid. José María Sanz García. Instituto de Estudios Madrileños. 1992.

martes, 4 de noviembre de 2014

Santa Isabel de Portugal, por Pereira

Santa Isabel de Portugal

Santa Isabel de Portugal, hija del rey Pedro III de Aragón y nieta de Jaime I el conquistador, recibió el nombre de su tía abuela santa Isabel de Hungría, canonizada en 1235 y con quien a veces se confunde su iconografía. Se casó con el rey D. Dinis de Portugal soportando con paciencia los ultrajes de su belicoso e infiel marido. 

Reina ejemplar, tenaz y prudente, llegó a interponerse en pleno campo de batalla entre su hijo y su marido enfrentados por el poder y se distinguió por su amor a los pobres y su caridad incansable. Muerto el rey en 1325, tomó el hábito terciario de San Francisco y mandó construir en Coimbra un convento de clarisas  donde terminó sus días en 1336. Fue canonizada en 1625 por el papa Urbano VIII.




El "milagro de las rosas", común a santa Isabel de Hungría, a santa Casilda y a san Diego de Alcalá, aparece en todas las narraciones de su vida: Cierto día la reina llevaba disimulada en sus ropas una gran cantidad de monedas para dar a los pobres. Al encontrase con el rey, quien le había prohibido dar limosnas, dijo apurada que sólo llevaba flores ("¡são rosas!") pudiendo, efectivamente, mostrar a su esposo un manojo de rosas.

Traemos este personaje a nuestras páginas porque la exposición de obras de arte que Patrimonio Nacional exhibe actualmente en el museo de la Fundación Gulbenkian de Lisboa, a la que hicimos referencia en el anterior post, nos ha dado la oportunidad de conocer, a través de su página web, una obra excepcional del escultor barroco portugués, afincado en Madrid, Manuel Pereira que nos pasó inadvertida en el estudio de su obra y estaba ausente en los inventarios consultados.



Su procedencia es del monasterio de Clarisas Descalzas de Madrid (Descalzas Reales) más concretamente de su sala capitular donde antiguamente se reunía la comunidad en capítulo para tratar los asuntos de especial importancia.

En esta sala se exponen algunas de las esculturas de mayor calidad del monasterio, con obras de Pedro de Mena, Gregorio Fernández, Sebastián Herrera BarnuevoJosé Risueño y Manuel Pereira.


La talla que nos ocupa está realizada a escala natural y reune todas las características que tanto nos gustan del escultor portugués: un naturalismo sin afectación, arrogancia en su apostura, esbeltez, elegancia y la justa cantidad de realismo dramático y de dulzura. Su estado de conservación es extraordinario. 

Manuel Pereira (1588-1683). Santa Isabel de Portugal. c. 1625.
 Madera tallada policromada. 180 x 88 x 55 cm. 
Monasterio de las Descalzas Reales. Inv. 00612119.
Fotos: Fundación Gulbenkian.


ARTÍCULOS RELACIONADOS:

Un breviario muy viajero
Dos objetos de Bárbara de Braganza (y II)

Fuentes:

Museu Calouste Gulbenkian
Museo del Prado
Patrimonio Nacional. Monasterio de las Descalzas Reales.