domingo, 4 de marzo de 2012

La emperatriz Isabel de Avís y Trastámara (y II)


Emperatriz Isabel. Bronce de Leone Leoni.
Claustro de Los Jerónimos. Museo del Prado.
Foto: Pessoas en Madrid.


Continuamos con el recorrido por los escenarios madrileños que fueron testigos de la vida más cotidiana de la emperatriz Isabel.

EL ALCÁZAR DE LOS TRASTÁMARA
                                           
Desde 1528 Madrid y Toledo se irán perfilando como sus ciudades favoritas y será en unas Cortes celebradas en 1534 en Madrid donde se decida la conquista de Túnez. Debido a las largas ausencias del padre de los príncipes, corresponde a Isabel por esa época, ocuparse de su educación y de la elección de tutor. La elección no puede ser más acertada y recae en Juan Martínez Silíceo, catedrático en la Universidad de Salamanca.

Dibujo de J. Cornelius Vermeyen del viejo Alcázar. 1534.


El antiguo Alcázar de los Trastámara, su residencia en Madrid se encuentra en un lamentable estado de conservación. No hay espacio para alojar decentemente a todo el servicio y la emperatriz, en marzo de 1535 nuevamente en estado de gestación, se encuentra incómoda entre sus ruinosos muros. Un año antes había sufrido allí un aborto. 


Detalle del dibujo de J. Cornelius Vermeyen del viejo Alcázar. 1534.

De todo ello es consciente el emperador y cada vez es menor el interés por las zonas meridionales en favor de la región central de la península. En 1535 se comienza a hablar de las obras del Alcázar toledano. En 1536 se firma de cédula por la cual el Alcázar madrileño debía ser transformado de castillo en palacio con Luis de Vega y Alonso de Covarrubias como maestros de obras. En ese momento, la vieja residencia real era un conglomerado de construcciones de marcado acento defensivo que habían sido transformadas en el siglo XV.


Esquema de las sucesivas ampliaciones del Alcázar madrileño.

Alonso de Covarrubias plasma en un plano el proyecto de reestructuración configurando un edificio rectangular, defendido por torres, en cuyo interior se han establecido dos patios porticados, separados por un ala central que aloja una capilla y una escalera que será el germen de las llamadas posteriormente imperiales.


Planta del proyecto de reestructuración del alcázar de Madrid por Covarrubias

Como vemos en el plano, la escalera del ala central es la pieza que articula las diferentes funciones protocolarias dispuestas alrededor de los patios. Tiene entrada y salida desde ambos patios. El más pequeño, ya existente, para las oficinas y apartamentos del rey. El nuevo y mayor para la reina, príncipes e infantes.

Vista del patio de la reina con la escalera en el ala izquierda.

En 1540 se termina la primera fase de las obras destinadas a convertir la antigua fortaleza medieval en un palacio real. Nueve años más tarde concluía el patio grande y una portada de carácter triunfal previa demolición de la enigmática iglesia de San Miguel de la Sagra que obstaculizaba la entrada, como puede verse en los anteriores dibujos de J. Cornelius Vermeyen.

Detalle de la fachada principal de Covarrubias y Pardo.
Dibujo de A. V. Wingaerde. Biblioteca Nacional de Viena.


El Alcázar mantendrá este aspecto exterior hasta el comienzo de las nuevas obras de Felipe II en 1559 de gusto flamenquizante, con la Torre Dorada de Juan Bautista de Toledo  y otras de estilo más clasicista después.


El  Alcázar después de 1549 ya concluidas las obras de Carlos V.
A.V. Wingaerden/J. Hoefnagel. Detalle de una de las cuatro
"Vistas de Madrid". Biblioteca Nacional de Viena.

El Alcázar aún sin las intervenciones flamenquizantes de Felipe II
 
Ninguna de estas importantes reformas del emperador, pensadas en gran medida para la comodidad de su esposa, verá la emperatriz Isabel. En junio de 1535, un año antes de empezar las obras del viejo Alcázar, se traslada con sus hijos a un palacete extramuros cercano al Alcázar.

LA CASA DEL TESORERO IMPERIAL ALONSO GUTIERREZ

A la derecha, vista del monasterio de las Descalzas Reales,
antes palacio del Tesorero imperial Alonso Gutierrez. 1758.
  

Vista del monasterio de las Descalzas Reales. 1758.

El edificio era entonces la mejor residencia de Madrid, un lujoso palacete, sin duda más saludable que la vetusta residencia real.

A las dos semanas de terminar la mudanza, el 24 de junio de 1535 nace aquí el cuarto hijo de la emperatriz, ya que Fernando (el tercero y nacido en Toledo) murió a los seis meses de edad. Es otra infanta de nombre Juana y es bautizada en la capilla del palacio. Residencia que años más tarde, después de ser princesa de Portugal y de dar a luz en Lisboa al futuro rey Don Sebastián en 1554, convertirá en su refugio monacal.


Monasterio de las Descalzas Reales. Planta principal


Claustro del monasterio de las Descalzas Reales.

EL EPÍLOGO DE TOLEDO

Con motivo de las Cortes Generales convocadas en Toledo que han de tratar la inviable continuidad de la política universalista de Carlos V, el 23 de octubre de 1538 la familia queda instalada en la ciudad imperial. Las obras del Alcázar de Toledo no comenzarán hasta finales de 1542 por lo que se alojan en el Palacio de los condes de Fuensalida. Un nuevo embarazo frustrado le provoca un segundo aborto y una fuerte infección. La emperatriz fallece el 1 de mayo de1539 a los treinta y seis años de edad.

El emperador, abatido por el dolor, se retira al cercano monasterio de la Sisla. Una solemne comitiva presidida por un pequeño Felipe de sólo once años, transporta el féretro hasta la Capilla Real de Granada donde será enterrada en el Panteón Real dispuesto para la dinastía por voluntad de los reyes católicos. A medio camino es retirado el príncipe de tan triste comitiva.


Cenotafio de Carlos V. Pompeo Leoni. Basílica del Escorial.


Detalle de las figuras orantes de Carlos V e Isabel en bronce.

Al llegar a su destino y abrir el féretro para hacer solemne entrega del cadáver al cabildo de la catedral granadina, su estado de descomposición es muy avanzado y es cuando el marqués de Lombay y duque de Gandía, Francisco de Borja, fiel caballerizo de la emperatriz queda impactado por los efectos devastadores que la muerte ha provocado en la mítica belleza de su admirada señora y dice su célebre frase:


No puedo jurar que esta sea la Emperatriz, pero si juro que fue su cadáver el que aquí se puso. Nunca más serviré a Señor que se me pueda morir

Francisco de Borja ante el cadáver corrupto de Isabel de Portugal.
Jean-Paul Laurens.

Anunciando de esa manera su futura vocación religiosa. Al quedar viudo ingresó en la Compañía de Jesús y posteriormente fue canonizado en 1671 por el Papa Clemente X.

Apenas hubo retratos de ella que hicieran justicia a su belleza. Después de muerta, Carlos V encargó a Tiziano un retrato basado en las descripciones del propio emperador. La delicada obra terminada en 1548 acompañó al emperador hasta los últimos días de su vida en el monasterio de Yuste, aumentando aún más la leyenda de la refinada personalidad de esta soberana, única emperatriz entre las reinas de España. 


Retrato de la emperatriz Isabel por Tiziano.
Fuente: Museo del Prado.



ARTÍCULOS RELACIONADOS:
La emperatriz Isabel de Avís y Trastámara (I)



BIBLIOGRAFÍA


Reinas de España. Las Austrias. Siglos XV-XVII. María José Rubio. Ed. La Esfera de los libros. Madrid, 2010.
Arquitectura del Renacimiento en España. 1488-1599. V. Nieto, A. Morales, F. Checa. Manuales Arte Cátedra,2009.

D. Sebastião, rey de Portugal. Antonio Villacorta Baños-García. A Esfera dos Libros. Lisboa, 2006.

6 comentarios:

  1. Hola Antonio,
    Fabuloso el estudio en dos partes de la vida y las huellas que dejó por estos lares tan insigne personaje. No se puede decir de Isabel que no intentara dejar real descendencia, tanto que en ello se dejó la vida. No le bastó con engendrar al rey de reyes, "El Prudente", verdadero artífice de la gloriosa etapa del Renacimiento español.
    A partir de hoy quedas nombrado catedrático de Pessoas en Madrid.
    Gracias y un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Manuel,
      Gracias por el inmerecido nombramiento. ¿Es honorífico o tiene asignación económica?.
      A partir de ahora los personajes van a ser menos sublimes aunque no por ello menos interesantes. Yo como el duque de Gandía tenemos algún sentimiento platónico por ella.
      Es verdad lo que dices del "prudente". Con toda la leyenda negra que le echaron encima desde Europa es un rey que no deja de asombrar.
      Un abrazo

      Eliminar
  2. En el momento que he postado este mensage pensé de inmediato en tu blog

    http://delisboaabarcelonayviceversa.blogspot.com/2012/03/dueto-de-carminho-com-pablo-alboran-e-n.html

    Super abrazo para Madrid,
    Saludos para ti:)
    Sandra Campos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Sandra, gracias por el enlace. En tu post he dejado un mensaje.
      Abrazos ibéricos.

      Eliminar
  3. Como dice Manuel, fabuloso el estudio de la vida de esta admirable mujer, y fabuloso el estudio de los lugares en los que dejó sus huellas.
    Antonio, haces un resumen sencillo (algo tan difícil a veces) y muy bonito de ¡vaya dos edificios! nada más y nada menos que el Alcázar de los Trastamara y las Descalzas. Gracias y felicidades, este blog es cada día más interesante, ¡qué bien!.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Mercedes. Ahí está mi handicap. Es muy dificil resumir y no dejar nada importante en el tintero por lo que con frecuencia me salen segundas y casi terceras partes. Casualmente, hace un par de días se preguntaba Bélok en tu blog cómo sería el Alcázar. Espero haberle ayudado por lo menos en la época de Carlos V.
      Me alegro que te haya gustado.
      Un abrazo.

      Eliminar