lunes, 14 de octubre de 2013

Lidia Ferreira

Lidia Ferreira y el Maestro José Padilla
en la Acrópolis. Foto: La voz de Almería 

Nuestros amigos y lectores Teresa y Ángel nos obsequian recomendándonos un personaje delicioso, rebosante de musicalidad, una "pessoa en Madrid" de primer orden que hay que conocer. Gracias de corazón, amigos.
 
La cantante portuguesa Lidia Ferreira fue la última mujer y gran amor del Maestro José Padilla (1889-1960), uno de los músicos españoles más universales, autor de obras tan inolvidables como La Violetera, El Relicario, Valencia, Princesita, Ça c'est París...

Foto: Portugal a través del mundo.


Foto: Portugal a través del mundo.

El Maestro Padilla, además de estar casado con una cantante portuguesa, era un apasionado de la música lusa. Dedicó varias composiciones a Portugal como Sinfonía portuguesa y Romance de Portugal, estrenadas en París; Estudiantina portuguesa, estrenada en Madrid; Menina baila el fado y Fado de mis amores, estrenadas en Buenos Aires.


Foto: Portugal a través del mundo.


Foto: Portugal a través del mundo.

Venerado en París, su Violetera fue interpretada por el mismísimo Rodolfo Valentino. La universalidad de las composiciones de Padilla se hace más patente aún por su presencia en la banda sonora de películas dirigidas por admirados directores desde  Chaplin hasta el más reciente Alex de la Iglesia, pasando por LubitschFellini, Woody Allen, Kurosawa o Ridley Scott. Se dice que Ravel compuso su famoso Bolero pensando en hacer algo al estilo Padilla.

En este contexto, Lidia Ferreira jugó un papel importantísimo en la vida del músico.  Poseedora de mucho encanto, inteligencia y belleza tenía, además, una gran preparación artística. Según cuenta Eugenia Montero, sobrina del maestro, se conocieron cuando ella se presentaba a un concurso de cantantes celebrado en Buenos Aires para elegir la mejor intérprete de la canción de Padilla La mujer del torero...


Lidia Ferreira y José Padilla sobre el escenario.
Foto: La voz de Almería

...Al músico le gustó tanto que dijo: "así se interpreta el alma de un artista". Pasado un tiempo se volvieron a encontrar y él le compondría canciones. Era habitual que las cantantes pidiesen a los músicos canciones un poco a su medida. Le compuso varios temas como Lusitana y Campanas. El destino tenía que unirles y ella sería su mujer, su amiga, su apoyo y su musa. Fue una historia de amor preciosa, un ejemplo de amor desde el comienzo hasta el final.

Ella escribió en 1958 una nota en una de las fotografías de sus viajes que habla por si sola: "En una de nuestras muchas lunas de miel". 


Escena de Estudiantina portuguesa. Foto: Alfonso

El Maestro Padilla compuso en 1951 la opereta La Hechicera de Palacio que contenía el popular fado-marchiña Estudiantina portuguesa que harían tan célebre cantantes como Celia Gámez o Concha Velasco.

Foto: Portugal a través del mundo.

En Madrid vivieron en la calle Gabriel Abreu nº 11 en un hotelito de la Colonia Iturbe próxima al parque de la Fuente del Berro donde ambos murieron (Lidia, trece años después que su marido), según reza la placa de su fachada. La Casa-museo fue tristemente embargada en 2011, desapareciendo así una más de las pocas casas museo que quedan en Madrid y con ella el legado personal y documental del Maestro Padilla.


El jardín de su casa madrileña. Foto: Mª Ángeles Tirado Cubas.

Un rincón de la casa. Foto: elalmeria.es 

Si hemos abierto este artículo dedicado a Lidia Ferreira con una evocadora fotografía del matrimonio en la Acrópolis ateniense, vamos a cerrarlo con el fragmento de una composición musical poco conocida del Maestro titulada El amor eres tu. Esta pieza musical fue inspirada en un viaje junto a su esposa a la ciudad de los canales.

Cuando la escuchó Ridley Scott decidió inmediatamente incluirla en la escena clave de su película Matchstick Men.

8 comentarios:

  1. Precioso artículo, Antonio, y una música maravillosa. Es una historia muy romántica...
    Recuerdo el triste embargo de la casa, y con él la desaparición de la casa museo, en la encantadora colonia de la Fuente del Berro. Una pena, una más en este Madrid.
    Gracias a tí, y a tus amigos Teresa y Ángel, que te han hecho este regalo.
    Abrazos

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    1. Hola Mercedes,
      Muchas gracias por el comentario. Cuando me sugirieron el nombre de Lidia Ferreira me pareció que podía dar mucho juego, como así ha sido. El post de María Rosa sobre la casa y el embargo ¡qué pena da!
      Abrazos

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  2. Hola Antonio:

    Hay que estar muy enamorado para componer canciones como la que pone broche de oro a tu artículo. Es una historia preciosa y otro cambio de registro en tu prodigiosa prosa. ¡Cómo en tan pocas palabras se puede transmitir tanto! Enhorabuena.

    Un abrazo, Jesús

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    1. Hola Jesús,

      Hay historias o personajes que no necesitan muchas palabras o adornos, tal es el caso de Padilla. Según fui conociéndolo, iba creciendo hasta ser realmente universal. Por otro lado se desvaneció cierto prejuicio que tenía sobre sus mas famosas composiciones como género revisteril o popular al saber cómo Chaplin utilizó La Violetera en Luces de la ciudad (e incluso tratando de eludir los derechos de Padilla).
      Si tienes tiempo, te recomiendo la entrevista a su sobrina, no tiene desperdicio.
      http://www.rtve.es/alacarta/audios/documentos-rne/documentos-rne-jose-padilla-maestro-cancion-25-06-11/753257/#aHR0cDovL3d3dy5ydHZlLmVzL2FsYWNhcnRhL2ludGVybm8vY29udGVudHRhYmxlLnNodG1sP3BicT04Jm9yZGVyQ3JpdGVyaWE9REVTQyZtb2RsPVRPQyZsb2NhbGU9ZXMmcGFnZVNpemU9MTUmY3R4PTE5MzgmYWR2U2VhcmNoT3Blbj1mYWxzZQ==
      ¡Hala, qué largo!
      Gracias por tus palabras y un abrazo

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  3. Hola Antonio,
    ¡ Vaya regalo que nos has hecho a todos, " pessoas " y personas, en este otoño !. Una historia, como dice Mercedes, muy romántica; que nos demuestra que el amor no conoce de nacionalidades ni fronteras.
    La fotografía que has elegido para el inicio de esta historia de amor, tan documentada y tan bien ilustrada y contada por ti, ya habla por sí sola. El lenguaje gestual es universal y no necesita diccionario y yo diría que a Lidia le dolían los pies, que estaba muy cansada, y cómo descansa su brazo sobre la pierna de su compañero de vida... ¡ los dos están felices !.
    Mercedes recuerda lo " triste del embargo " ...nos has dejado el gusanillo para leer todo y escuchar todo sobre esta pareja.
    Un regalazo.
    Gracias.
    Teresa.

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    1. Hola Teresa,
      ¡Qué observadoras sois las mujeres! No me había fijado en el detalle de los pies de Lidia. Efectivamente, con tacones altos tendría un dolor de pies tremendo de subir y bajar las rampas y escalinatas de tan elevado y sagrado lugar. ¡Su coquetería queda totalmente demostrada!
      Ahora en serio, gracias a ti por poder revivir un poco estos dos personajes tan grandes.
      Descubrí que comparto con el Maestro algo más que amores lusos: admiración por Puccini.
      Un abrazo

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  4. Hola Antonio. Me ha gustado mucho tus comentarios sobre el maestro Padilla, sobre todo porque mi mujer es de Almería. Es una gloria de esa ciudad, autor de muchas canciones universales y también del himno de la Patrona, la Virgen del Mar.
    Y hablando de Padilla, sólo me queda recomendar la representación de Por el amor de Raquel Meller, hermoso y apasionado espectáculo sobre la tonadillera de Tarazona, en el que se cantan algunas de las canciones más famosas del maestro Padilla. Estará en cartel en el teatro Reina Victoria hasta el 3 de noviembre.
    También merecería la pena que un día quedáramos a charlar para darnos un baño de lusofilia, sobre todo yo porque tú eres un auténtico maestro

    Un abrazo

    Antonio Rubio Plo

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    1. Hola Antonio,
      ¡Bienvenido -oficialmente- al blog! Muchas gracias por la recomendación que das y tus palabras.
      Lo de Padilla ha sido para mi todo un redescubrimiento, en buena parte gracias a su mujer portuguesa (ya se sabe el manido dicho de que detrás de un gran hombre...)
      Tenemos que buscar un hueco, a poder ser en fin de semana, para vernos. Dado lo cerca que vivimos no hay excusa para no darnos ese baño de lusofília.
      Un abrazo

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